FOTOGRAFÍA
Fotografía es una simple palabra de diez letras, pero la pasión que ella genera es mucho más que eso.
Cuando algo te apasiona lo llevás en la sangre, muy adentro; vayas donde vayas, hagas lo que hagas, eso que tanto te apasiona siempre está presente.
La pasión por la fotografía es casi inexplicable, prácticamente no hay palabras para describir todo lo que significa algo tan simple como tomar una imagen. La pasión por la fotografía es reflejar en tus fotos realidades, es ver aquellas cosas que a los ojos del resto son invisibles, es sentirse como pez en el agua cuando tenés una cámara en la mano, es recrear cada momento y cada lugar como una imagen. La pasión por la fotografía te llena el alma, el corazón, la vida.
Cuando hay pasión, la cámara se vuelve parte de uno. La cámara es nuestra mejor mirada de la vida. Mira desde adentro, captura lo que sentimos, lo que nos moviliza, captura lo que somos y lo que nos rodea tal cual es.
Cuando fotografiás, la imaginación no tiene límites. La fotografía te permite manifestar todo aquello que está guardado en tu interior. En una fotografía, los recuerdos y momentos se mantienen vivos, intactos, se vuelven imborrables.
Hay diferentes técnicas y formas de hacer una buena foto, pero la mejor imagen es aquella que, mostrando poco, expresa mucho. Es aquella que capturás con los ojos del alma, la que refleja exactamente lo que sentís y transmite a los demás algo de tu propia esencia.
Cuando algo te apasiona lo llevás en la sangre, muy adentro; vayas donde vayas, hagas lo que hagas, eso que tanto te apasiona siempre está presente.
La pasión por la fotografía es casi inexplicable, prácticamente no hay palabras para describir todo lo que significa algo tan simple como tomar una imagen. La pasión por la fotografía es reflejar en tus fotos realidades, es ver aquellas cosas que a los ojos del resto son invisibles, es sentirse como pez en el agua cuando tenés una cámara en la mano, es recrear cada momento y cada lugar como una imagen. La pasión por la fotografía te llena el alma, el corazón, la vida.
Cuando hay pasión, la cámara se vuelve parte de uno. La cámara es nuestra mejor mirada de la vida. Mira desde adentro, captura lo que sentimos, lo que nos moviliza, captura lo que somos y lo que nos rodea tal cual es.
Cuando fotografiás, la imaginación no tiene límites. La fotografía te permite manifestar todo aquello que está guardado en tu interior. En una fotografía, los recuerdos y momentos se mantienen vivos, intactos, se vuelven imborrables.
Hay diferentes técnicas y formas de hacer una buena foto, pero la mejor imagen es aquella que, mostrando poco, expresa mucho. Es aquella que capturás con los ojos del alma, la que refleja exactamente lo que sentís y transmite a los demás algo de tu propia esencia.
Camila Monetti
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